jueves, octubre 18, 2007

Hogar

Espero que esta noche no golpeen mucho la puerta de entrada. Suerte de este somnífero que me ayuda a conciliar el sueño. Las paredes de hoy no son como las de antes. Des de aquí puedo oír sus gritos y sus risas. No sé porque diablos me hacen participe de sus inquietudes, de su diversión y de su sed insaciable. ¡Y a mí que me importa lo que queráis! Vamos, como si yo no tuviera mi propia vida. ¿Me daréis a caso un poco de vuestro dinero ladrones? Dejadme beber y dormir en paz. Llamad a quien os de la gana, no pienso abriros. Por mucho que digáis que tenéis derecho a entrar en este cajero.

Rufí