martes, octubre 02, 2007

Ring, ring...

Se hacía llamadas perdidas desde cabinas para convencerse de que lo llamaban amigos desde teléfonos desconocidos. Y se emocionaba cuando oía los pitidos de los únicos mensajes que recibía, aunque luego descubriera que sólo eran mensajes publicitarios de su operadora de telefonía.

Rufí