martes, noviembre 04, 2008

Al borde de la locura en un piso de l'Eixample

Te reconozco por detrás
aunque lleves un traje beis al que no me tenías acostumbrado.
Te toco la espalda cerca del cuello,
el lugar preferido de los nudos,
y te giras soltando un gemido sordo de dolor
y me miras con cara de fatiga,
Te pregunto como te va (y no se porqué te lo pregunto porque está claro que estás mal, te encuentras fatal, tu vida no te gusta, o como mínimo sé que tu trabajo no te gusta, ser abogado de cansa, te pesa, y lo notas en la espalda cerca del cuello,
el lugar preferido de los nudos.
Pero entonces pienso. Ah! Pero si no eres tu. Si Alba me dijo el otro día que lo habías logrado
que vivías en una casa alquilada en un pueblo pequeño de Tarragona y que trabajas en el Ayuntamiento de ese pueblo pequeño de Tarragona. I que la actividad del Ayuntamiento por lo pequeño que es ese pueblo de Tarragona es muy frenética y que te lo pasas bomba porque eres el chico multiusos (aquí no te confundas: apreciado por tus múltiples virtudes).
Y entonces le digo al chico del traje beis que ya sé que no eres tú y que cuando te vea a ti, probablemente en un pueblo pequeño de tarragona rodeado de naturaleza, te diré que en medio de Barcelona rodeado de naturaleza muerta he visto a un chico con un traje beis y que desde atrás me ha parecido reconocerte. Pero no te preocupes Alex, no eras tu.

Rufí